Cómo quitar un tampón
Si estás usando un tampón por primera vez, es posible que estés ansiosa por saber cómo lo vas a retirar.
Pero no tienes nada de qué preocuparte, retirar un tampón es realmente fácil si lo estás usando correctamente. Y además, te acostumbrarás muy pronto. Solo tienes que tirar del hilo de manera suave pero firme y debería salir sin dificultad. Si cuesta cuando tiras del hilo y el tampón no sale fácilmente, es posible que tengas que dejarlo por más tiempo. Puede ser que aún esté seco. Lo ideal sería que cambies tu tampón cada cuatro horas, siendo ocho horas el tiempo máximo que puedes tener uno colocado de manera segura.
Si no encuentras el hilo, no te asustes. Deberías poder agarrarlo si te pones en cuclillas y metes tu pulgar y un dedo suavemente en tu vagina para encontrar el tampón y poder sacarlo.
Procura ser consciente al momento de desechar tu tampón. Es mejor no arrojar el tampón usado por el inodoro. Podría causar una obstrucción. En su lugar, envuélvelo en papel higiénico y colócalo en el recipiente sanitario (que hay en la mayoría de los baños públicos) o en la papelera. Luego, siempre lava tus manos.
No debería dolerte cuando te quitas el tampón. Si hace al menos cuatro horas que lo llevas puesto y sientes molestias al retirarlo, es posible que la cantidad de flujo que tienes no sea suficientemente abundante para este tampón en particular. Esto significa que no tienes suficiente lubricación entre el tampón y las paredes vaginales y causa fricción al tirar del hilo. Puedes usar un poco de aceite de coco o aceite de oliva en tus dedos para que sea más fácil retirarlo. O puedes orinar antes de quitártelo para relajar tus músculos vaginales.
La mejor manera de evitar las molestias al retirar los tampones es usar el tamaño que corresponde para la absorción de tu flujo, y solo debes usar tampones cuando estás segura de que estás menstruando. Hasta que estés segura de que te vino la menstruación usa una toalla femenina, y lo mismo cuando tu flujo esté disminuyendo al final de tu periodo. Si buscas algo para proteger tu ropa interior antes y después del periodo menstrual, no uses un tampón. No son adecuados para el uso diario ya que son demasiado absorbentes. En cambio, sí puedes usar un protector diario para aquellos días entremedio.
Si continúas sintiendo dolor cada vez que te quitas un tampón deberías consultar a tu médico por si tienes alguna infección o alguna anormalidad vaginal.